editorial

Seis ideas eclécticas en el confinamiento para gente corriente

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Más vale tarde que nunca, así que aunque ya llevamos más de tres semanas metidos en casa, como nos quedan unas cuantas más, he pensado compartir algunas ideas que podrían ayudar desde el punto de vista práctico a esta situación. Son de su padre y de su madre, pero eso de “ecléctico” queda más resumido y más cool. En cuanto a lo de gente corriente, solo apunto que algunas ideas son para gente con familia, pero otras no necesariamente. Y por último, diría que me enfoco en una generación (como la mía) que no está tan enganchada a redes sociales. Tras todas estas excusas, ahí van esas ideas…

  1. Haz una lista de pendientes. Son tantas las cosas que se han cancelado o retrasado por el confinamiento que es mejor apuntarlas, pues es difícil que te acuerdes de todas. En el apartado personal, tendrías desde tu cita con el dentista que no querías posponer más (vaya…), ese encuentro con los compañeros del colegio que habíais organizado con tanta ilusión, hasta los importes que te tienen que reembolsar por aquel teatro que no fuiste y que tendrás que perseguir, o las fechas límite para redimir tu billete de tren. En el ámbito profesional tendrás muchas otras cosas que apuntar, aunque me imagino que este aspecto ya lo tienes controlado.
  2. Propugna un confinamiento corresponsable. Si no vives solo/a, pienso que casi todo el mundo se habrá repartido las tareas del hogar, más o menos de alguna manera. ¿O no? Hablando con algunas amigas, me dicen que ya, claro, que sí, pero que no es tan fácil, y que la peña pasa, sobre todo cuando tus hijos son algo mayores. Intentando ayudar, hemos diseñado una plantilla muy sencilla para el reparto de tareas caseras, que puedes descargarte aquí. Quizá organizar todo de manera formal y sentar a la familia en solemne reunión con esta planificación y acordarla, te pueda ayudar.
  3. Reserva momentos en familia. En casa somos bastante independientes, sobre todo porque mis hijos son relativamente mayores, y también porque hay que dejar airearse al personal. Pero hay momentos cada día en que estamos todos juntos y los disfrutamos. Además de las comidas y las cenas, por supuesto, y la cita diaria en la terraza de las 20h (a la que confieso que solo acudimos las féminas de la familia), a última hora por las tardes nos solemos juntar a jugar a algo (hacía ¿diez años? que no jugaba al Cluedo), a las 21h vemos juntos el telediario y después (sorpresa) una buena película.
  4. Nunca tenías tiempo, ¿verdad? Pues ahora lo tienes…no todo el mundo, es cierto; por ejemplo, tengo una amiga en el departamento jurídico de una compañía de seguros a la que se le sale el trabajo por las orejas y no da abasto. O a lo mejor la casa te está comiendo (de ahí la importancia del Punto 2). Pero hay mucha gente que sí tiene más tiempo (como servidora). Así que emprende aquello que siempre quisiste hacer y siempre dejaste para más adelante. Yo me he puesto a escribir mi libro…literalmente (y entonces ya no tengo tiempo). Si no lo acabo, por lo menos le doy un empujón importante…
  5. Cuida tus relaciones…ahora a distancia. WhatsApp está que arde y es agotador, ¿cierto? Como se te ocurra dejar el móvil inactivo unas horas, a la vuelta date por vencido de mirar tus 248 mensajes sin leer. Compartimos miles de cosas, a veces sin pensar y por impulso. No es tan fácil mantener las relaciones a distancia, y no tenemos tanto callo en esto como las generaciones más jóvenes. He visto en varios de grupos de WhatsApp de amigos cómo la gente se cogía unos rebotes importantes, por expresar opiniones encontradas o compartir contenido discutible, que han acabado con la salida intempestiva de algunos de ellos. Si crees que te están tocando las narices, prueba a dejar pasar unas horas antes de contestar, o no contestar simplemente, y antes de ofenderte mortalmente, caer en la cuenta de que a distancia, con mensajitos y sin ver a la otra persona, es dificilísimo acertar en nuestra interpretación…
  6. De vez en cuando, vístete como una persona. Yo no salgo, trabajo desde casa. Salgo poquísimo, a la compra una vez por semana quizá o a la farmacia, así que en casa, me pongo cómoda. Pero a veces me harto del chándal y esas pintas caseras (cuando menos cuestionables) y me visto como una persona decente, aunque ese día no tenga Zoom ni Webex, quizá para romper la monotonía, ponerme un poco las pilas o no abandonarme completamente a la decadencia.

Además está todo eso de haz ejercicio, cultiva la mente, medita, come sano, haz yoga, escribe en tu diario, cose mascarillas, practica la danza del vientre, las carreras de canicas y muchas cosas más. Pero me contento con estas seis cosillas que os he contado.

Feliz confinamiento….el que pueda.

Sylvia Jarabo

Managing Partner, Promising Women

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